jueves, 6 de noviembre de 2014

Quise correr, tomarte, arrancarte esos besos que aún no me has dado...


 Tu Boca....................




Tu boca,
Eso es todo.
Delicioso punto de referencia corporal,
Carnosa, de besos pasionales
Dolorosos, exquisitos
 Te miro y solo tu boca deseo besar eternamente.
Marfil hermoso, complemento
Perfecto, ideal.


Hoy he fijado por primera
Vez mis ojos en ella.
¡Oh! Sensación,
Escalofriante, hechizante.

Quise correr, tomarte,
Arrancarte esos besos que
Aún no me has dado.
Mi boca lloraba el contacto con la tuya.

Escandalosos pensamientos afloraron
Rápidamente, uno tras otro.

El color apareció inquieto
En mis mejillas.

La deseo.
Mis labios sienten sin sentir los tuyos,

   Mis ojos se cierran...
Y me pierdo en ella.



Ana Álvarez R.
12 de junio de 1987

viernes, 22 de agosto de 2014

Yo necesito el eco de mis pensamientos...


Quise volver a un poema escrito ya no sé cuándo. 
En algún baúl estará fechado, 
arrugado, amarillento. 
Para mí, esto no es fácil,
  escribir no se me da con soltura, con gracia, a borbollonees. 
Han de darse condiciones que, cuando quisiera, 
no aparecen, y se presentan 
en el momento menos esperado...







Parco, frugal,
Lejano como el otro lado del océano.
Distante,
Silencioso.
Oscurecido.
En cambio yo,
 abrazo, palabra y
Caricia,
Paz,
Cercanía.
Tibia, más cálida…


   Distintos somos.

       Eso es, y no entendía.

    Yo necesito el eco 
 de mis pensamientos,
      La devolución de mis ternezas.
      

Hoy mi sentir es de tarde anochecida por la lluvia,
Fría
Oscura
Opaca
Noche sin luna
Noche en silencio
Inodora
Y todo porque quiero verte…
Imposible anhelo a la distancia




viernes, 1 de agosto de 2014

Redes de Apoyo: Nos juntamos y ¡ya!





Juntarnos…
Era
como salvarnos


“Cuando las cabezas de las mujeres se juntan 
alrededor "del fuego", nacen fuerzas, 
crecen magias, arden brasas que gozan, festejan, curan, 
recomponen, inventan, crean, unen, desunen,entierran, dan vida, 
refunfuñan, se conduelen…”

 Simone Seija Paseyro.

Ayer noche vi una película, “Caramelo”, de la directora libanesa  Nadine Labaki, que me trajo a la memoria infinidad de emociones de reuniones con mis amigas, conversaciones simples, cotidianas, alegres, desenfrenadas e íntimas. Historias comunes sin ningún deseo de resolver logaritmos ni hallar constelaciones. Simplemente nos escuchábamos. Juntarnos era como salvarnos.


Las mujeres tenemos espacios solo  para mujeres, para hablar de los hijos, de los hombres, de nuestros trabajos, lo que pasa en nuestras vidas, del jefe, del pan que no creció, de la infidelidad de la pareja. Lloramos, cantamos, reímos, nos contamos cosas intimas que jamás hablaríamos con otras personas. Nos juntamos para pasarla bien y reforzar nuestras relaciones. 
 Recuerdo un día, en uno de mis momentos más oscuros,  cuando mi amiga Ailyn me invitó a su casa a cantar y cantamos con Alejandra letras de canciones con música que salía de su computadora. ¡Genial!, pensé,  y todavía lo recuerdo y canto para mis adentros. No hablamos de “ese” mi momento, nos dedicamos a reír toda la noche.

En esta película que les cuento, Caramelo, el punto de encuentro es un salón de belleza donde cinco mujeres hablan de sus cotidianas vidas, 
comparten sus secretos, se contienen, se abrazaban. Ahí se genera eso que se conoce como “Red de  Apoyo”, una red que es femenina, que nos pertenece a todas  y que por lo general está ahí, esperando por nosotras. Estas redes de apoyo son fuertes, seguras, de aceptación, de guía, de ayuda, de respeto. Ahí las mujeres no se sientan a resolver el mundo, se sientan a hablar, a escuchar, se dedican a estar  cerca, cerquita de quien lo necesite y, sin que nadie lo programe, el resultado por lo general es de paz interior;  al salir, siempre lo hacemos con una nueva sonrisa esbozada en el rostro, más tranquilas, recuperadas.

Las redes de apoyo nos hacen sentir seguras, queridas, útiles y nos proporcionan un hermoso y reconfortante sentimiento de bienestar. Pero no solo eso, es que estos espacios prolongan nuestra independencia a través del apoyo mutuo, fortalecen los estados de ánimo saludables, pues al conversar de temas más íntimos y personales, o casuales y sin, al parecer, ninguna importancia o relevancia, las mujeres logran una pérdida de la tensión y aumentan la motivación y esto es beneficioso para todos. Pero se puede no hablar de esas cosas que  llevamos cargando como pesado lastre y aún salir del grupo livianas, como volando. Así de intensas son estas reuniones, aunque no lo crean. Interesante es que este tipo de apoyo emocional, el de las amigas, pueda considerarse, en algunos momentos, más preciado que el recibido  obligatoriamente por la familia.

Hace muchos años, cuando las mujeres se dedicaban exclusivamente al cuidado de la casa, del marido y los hijos y cuando los vecinos más cercanos se encontraban a unos cuantos kilómetros de distancia, las mujeres se reunían de vez en cuando a compartir recetas, hacer quilting (arte textil femenino), leer la Biblia u otros libros y, en el entretanto, hablaban y hablaban y hablaban. Eso les daba la fuerza para seguir adelante. Ahora, ¡escuchen!, pues parece que esto es de orden mundial.  Leí en algún lugar que hay estudios que nos dicen que las mujeres japonesas usan alrededor de 130 horas anuales en el cuarto de baño de sus trabajos. Ahí se cuida la belleza y se habla con las compañeras, conversan sobre la vida, sobre la última travesura del hijo, sobre el almuerzo, lo que le dijo el novio, de la ilusión y la decepción del amor. Ahí también ellas lloran y son consoladas. ¿No les parece  importante?  Este desahogo ayuda a las mujeres a volver a una zona más segura; de la tempestad a las aguas mansas en una tarde de charla con nuestras amigas queridas. 




 Las redes de apoyo parecen ser la cara opuesta de la soledad

Qué bien, me digo, qué bien que contemos con este espacio, con este intercambio de apoyos que debe ser la esencia de la existencia de estas redes. Y lo más sorprendente es que nadie se lo propone, no decimos “formemos una red de apoyo”, simplemente nos juntamos y ya. ¡Fantástico¡¡¡
Y a propósito de esto, me han entrado unas ganas de llamar a algunas amigas para juntarnos a hablar y hablar y hablar, mientras más pronto mejor.

Hasta otro día…..¡¡¡¡¡
Ana Álvarez Rojas

martes, 17 de junio de 2014

Estereofón: no se pudre ni enmohece, pero...

EL ESTEREOFÓN 



Qué gran dolor de cabeza para todos aquellos que nos preocupamos por  hacer algo con los desechos que todos los días producimos los seres humanos. El plastoformo, isopor, plumavil, poliespuma, poliexpan o como quiera que le llamen en otros  países donde se hable español, es utilizado por la industria alimentaria y de la construcción por un montón de ventajas que posee. Yo no las conocía y me puse a leer y  descubrí que no se pudre ni enmohece  pues en él no pueden crecer microorganismos, por lo tanto es  idóneo para empacar productos frescos;
es muy ligero, resiste la humedad y absorbe impactos, por eso se usa para aislar productos delicados como electrodomésticos

También es un excelente aislante térmico y se ha comprobado que edificios que lo utilizan pueden llegar a ahorrar hasta un 40% de energía para climatizarlos. Atractivo   ¡ no creen !.  Pero ahí no termina el asunto, es un magnífico aislante sonoro y es 100% reciclable. Esto último sí me sorprendió. Resulta que, si se tritura, puede ser mezclado con material virgen para formar bloques  hasta con un 50% de material reciclado.


Claro que tiene un “PERO”; dura 500 o más años en degradarse (si es que se degrada), ocupa mucho espacio en los botaderos de basura y es tan liviano que puede ser llevado por el viento a cualquier parte de la tierra o el mar, siendo en este último lugar muy perjudicial para los animales marinos ya que, las pequeñas bolitas que lo conforman pasan por alimento, estos se las comen y, al sentirse llenos, pues no se digiere, mueren por inanición. 
A esto tenemos que agregarle el hecho de que nosotros no hemos ayudado mucho con nuestros pésimos  hábitos de separación de la basura que producimos. Si lo botamos todo mezclado, es casi imposible separarlo para ser reciclado. Así que, empezando por mi conclusión, el mayor problema somos nosotros mismos, más que este  Poliestireno Expandido (EPS) que se usa  en el mundo alimenticio y  en el de la construcción y que no va a dejar de producirse por mucho que queramos pues los beneficios, tanto económicos como de su versatilidad para empacar alimentos y otros productos,  pesa demasiado en nuestra sociedad. Es más, los seres humanos ya debemos asumir nuestra tarea con responsabilidad y conciencia y dejarnos de tanto cuento.

Pero...
 ¿qué es en sí 
el estereofón?

El Dr. Guillemo Jiménez Villalta, investigador del Laboratorio de Polímeros de la Universidad Nacional, químico e ingeniero de polímeros nos explica que el estereofón    ( material plástico, espumado) está basado , claro está, en un polímero, es decir, cientos de miles de moléculas pequeñas (monómeros) unidas, conformando enormes cadenas de formas diversas y de gran fortaleza, llamado POLIESTIRENO (la unidad que se repite para formarlo es el “estireno”,  un hidrocarburo y que es tóxico). Según Jiménez, el estireno, al ser sometido al proceso de polimeración y convertirse en un polímero, deja de ser perjudicial si se está seguro que no queda ningún remanente de estireno que pueda ser extraído al estar en contacto con los alimentos. Su teoría es que estos empaques no están hechos para contener alimentos por mucho tiempo o el necesario para que esto suceda, que no presenta riesgo para la salud en su forma sólida y bajo “condiciones normales de uso “. Yo no sé ustedes pero  mejor no me arriesgo.
Ya la Universidad Nacional, desde julio del 2009, prohibió en sus sodas y restaurantes el uso de este tipo de empaques de comida y está en proceso, la aprobación de la ley   # 17378 (este proyecto pasó a estudio e informe de la Comisión Permanente Especial de Ambiente), que impulsa la prohibición del uso del estereofón.  Parece que algo vamos progresando al respecto.

Entonces no hay vuelta de hoja,  la solución está en nosotros mismos, debemos reciclar, reutilizar, no botar todo a la basura, separar lo que es reciclable, limpio y seco para que pueda ser usado muchas veces más.  NO MEZCLAR LA BASURA, ahí está parte del secreto para que nuestra Tierra nos dure a nosotros, pero que también llegue a ser un lindo lugar para nuestros nietos y los nietos de estos.






CONCIENTIZARNOS, el planeta es nuestro hogar y así debemos tratarlo, como si fuera nuestra casa la cual mantenemos limpia para poder vivir en ella. No cuesta, hagámoslo ya, es ahora.





Ana Álvarez Rojas

domingo, 23 de marzo de 2014


Volviendo a mis poemas viejos, 
este lo escribí
a una amiga querida de la escuela,
a quien  encontré  muchos años después...


...............................


"A mi amiga Gladis,
con quien compartí parte de mi   infancia
 y a quien dejé de ver por mucho tiempo... hasta hoy"

 

 A Gladis

30/10/87

 Gladis pequeñita,
 Gladis delgadita,
 Con tus piernas flacas
 Casi quebradizas,
 Tu espalda encorvada
 Y tu panza vacía.
 Cuántas y cuántas veces
 sin desayunar aparecías

Era tu cara reflejo

De dolor y de pobreza
Y en tu mirada veía
Una profunda tristeza

La piel de tu cuerpo tenía
El color que tiene la vida,
Vida de pobres y hambrientos,
Vida de los que están sedientos

 Y eras buena compañera,
 hasta a veces complaciente
 Y en tu rostro había esperanza
De una vida diferente.

Pero en tu cara veía
La acechanza de la Muerte
Que no perdona a los pobres
Que nada tienen que ofrecerle


Y así caíste pequeña.
Nadie te tendió la mano,
Porque para eso mi niña,
Ya no existen los hermanos
Tenemos un corazón muy frío
Que  no siente el dolor humano.

Gladis pequeñita
Gladis delgadita
Con tus piernas flacas
Casi quebradizas.
¿Qué ha pasado contigo?
Mi pequeña amiga
Que camino oscuro
Tu cara marchita

Hoy no hay tristeza en tus ojos
Mas sí esa mirada fija
De quien perdió la esperanza
De quien  por nada suplica
Y esa luz que en tus ojos algunas veces veía
Se ha apagado por siempre
Te han dejado vacía.

Ana Álvarez R.






miércoles, 12 de febrero de 2014

La tristeza... es de los naranjos...

La tristeza es una emoción,
es llorona,
es educativa…
es de los naranjos!!!… 

La tristeza es una emoción,
un sentimiento,  un estado de ánimo. Es un dolor general, una apretazón del pecho, es el nublamiento del pensamiento y, muchas veces, es desproporcionada. La tristeza es del cuerpo también. Pesada, cadenciosa, anoréxica, lenta, agotadora. Puede estar relacionada con la depresión, pero no necesariamente. La tristeza es indiscriminadamente llorona; el  llanto nos ataca en cualquier lugar, sin importar si estás en tu casa, en la tienda, en el parque o en un teatro. Hace que toda tu vida se licue en segundos.

Pero la tristeza también es educativa,
te enseña sobre la vida, te hace encontrar formas eficaces para seguir viviendo, te abre caminos que no sabías que existían, soluciones certeras, creativas, ilumina tu imaginación, te regresa a etapas placenteras. Te recuerda que en tu interior tenés lo que necesitás para seguir adelante porque de seguro, en otro momento de tu vida, has tenido que utilizarlas, has  pasado por algo similar y sabés que  la respuesta está ahí, dentro de vos. Aunque parezca raro, la tristeza nos ayuda a protegernos para las próximas situaciones difíciles. Consciente o inconscientemente echaremos mano a lo aprendido pues el ser humano tiene una tremenda capacidad para caer y caer y volver a caer
 ¿Sabían que existe una enfermedad 
que ataca a los naranjos, mandarinos y toronjas injertadas sobre naranja agria que se conoce como La  tristeza del cítrico? Yo no.  Esta enfermedad es provocada por un virus  que mata al árbol en poco tiempo o que provoca un  decaimiento más lento con producciones escasas. ¿Les recuerda algo?... Curioso ¡verdad! Y ahora lean esto y díganme si la solución no se aplica a nosotros: “...el control del 'virus' está basado en medidas indirectas contra 'el virus' de tal forma que eviten el progreso de la diseminación en el espacio…”
Pero hay más. 
En esta cosa de La Tristeza está metido el hipotálamo, las neuronas, las glándulas suprarrenales, una molécula llamada cortisol causante del estrés, insomnio y no sé cuántas cosas más y les cuento que, si bajan los niveles de los neurotransmisores conocidos como noradrenalina y serotonina en el cerebro, aparece la sensación de tristeza, de pena y de debilidad mental. ¡Fascinante!  Me encanta esto que produce en mí racionalizar la tristeza con tantos elementos científicos. Poner mi tristeza en manos de la ciencia ¿la despersonaliza?, ¿será eso…?
He leído sobre experimentos 
que concluyeron que, (sin tomarlos al pie de la letra, claro está)  mientras el buen humor desencadena un modo de pensamiento más flexible y creativo, las personas en estados de ánimo tristes poseían mayor disposición a trabajar en tareas exigentes, se comunicaban de manera más persuasiva o estaban  más preocupadas por ser justos con los demás. Además, estos momentos de tristeza fomentan la atención en los detalles, provocan un análisis más objetivo y crítico de las personas y las situaciones, muestran un tiempo menor de respuesta ante los estímulos y en general provocan una mejora de otras capacidades como la atención o la memoria. Interesante verdad!! Nada mal, no creen.
Así que, si nos sentimos tristes,
ya sabemos que podemos aprovechar 
este estado de ánimo en cosas mejores,
más sanas, valiosas e introspectivas
que sentarnos a llorar amargamente lo que, 
de seguro, 
no tiene una pronta solución. 
Y ustedes ¿qué opinan de esto?

miércoles, 15 de enero de 2014

Dos poesías…Eso es morir en un abrazo.


Dos poesías, escritas,  no sé,  en un momento  de desencanto, o de exaltada emoción por alguna pasión desbordada, pero nunca  con el alma en calma.


Tocar el timbre
Abrir la puerta,
Abrazarte hasta la muerte.
Y luego de nuevo y otra vez
Y ya no quiero acabar de hacerlo         
Tocar, tocar, abrir la puerta
Abrazarte hasta la muerte
Sintiendo poco a poco desaparecer,
Caer en ese abismo
Que es como un desmayo, pero grato
Donde ya no se respira, ni  se siente y de donde no quiero volver
Quedar ahí, vivir ahí, en ese abismo, que es abismo pero es grato
Eso es morir en un abrazo.

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Hay un instante en que todo se confunde
Pero no hay confusión alguna,
Son solo momentos de desconcierto,
De ausencias ilimitadas,
De huecos profundos donde no hay luz,
Ni claridad, ni sol, ni esperanza.
Pero solo son pequeños instantes, pasajeros, fugaces
Que duran una eternidad
Que se sienten para siempre, que no pasan ni se van,
Se quedan ahogándote,
Respirás y el oxígeno no ingresa,
Se llenan tus pulmones de vacío
Porque solo hay vacío en tu interior,
en tu exterior,
a tu alrededor.
Pero son solo  instantes
Que duran para siempre.



Ana Álvarez R.