lunes, 15 de julio de 2019

LAS CAVERNAS DE VENADO: la magia saliendo por todas las paredes.


LAS CAVERNAS DE VENADO


Esta vez me tocó y pude cumplir con un sueño gestado hace ya más de 30 años. Por esas fechas, conocí en la universidad a un amigo que había quedado maravillado con unas cavernas que estaban cerca de La Fortuna de San Carlos.


Las “Cuevas”, como las llamaba, eran amplias, con estalactitas y estalagmitas por todas partes. Con una corriente de agua constante, clara y fría que corría por un cauce pedregoso. Una cascada en lo profundo y la magia saliendo por todas las paredes.




En esos días yo no paraba de preguntarle, cada vez que tenía la oportunidad, sobre aquella experiencia que me parecía alucinante, como salida de un capítulo de “Perdidos en el espacio”. Tenía que asociarla con algo para poder lograr imaginarlas y esa era, en aquel momento, una de mis series favoritas de televisión. 


Les cuento que junto a su relato me asaltaban, de vez en cuando, ahogos y escalofríos, pues siempre he tenido la sensación de que debo tener algún grado de claustrofobia. Me pasa en lugares cerrados, (pero no en todos y no en todos los momentos), aún con solo el hecho de imaginarme en una situación de encierro.  Debe ser como una “falsa claustrofobia” o una “claustrofobia selectiva” porque si no, sería en todas las ocasiones que me asaltarían esos episodios y no es así. Cosa rara, pero bueno, 
de que me da, me da.


Su relato siempre empezaba contándome sobre la oscuridad total de la cueva, los murciélagos, uno que otro vampiro y sobre las formaciones rocosas con figuras fantasmagóricas.El interés que generaba en mí era fortísimo. El imaginarme metida en una cavidad oscura, subterránea, llena de animales extraños y con un río que corría a lo largo de ella, me provocaba una gran emoción. Había un solo obstáculo, 
¿Cómo llegar a ellas?

Me pareció un elefante.

Mi amigo tuvo la oportunidad de ir con un grupo de estudiantes de su universidad, y yo, ¿cómo le haría para conocerlas? En ese tiempo no era tan fácil hacer este tipo de giras como lo es en estos días. Tuvieron que pasar muchos años  para tener esta oportunidad, y por supuesto, no la desprecié; ahora al fin pude cumplir mi deseo de adentrarme en el oscuro y tenebroso corazón de 
Las Cavernas de Venado.


Me fui con un grupo de “biocaminantes”, con mi querida Agnes como guía y otros aventureros de las bellezas de esta tierra tan querida para todos nosotros. 

Había que cumplir con ese sueño por tantos años postergado.  La verdad es que, al final de la gira, regresé a mi casa con unas ganas inmensas de volver, de tomar más fotos, fotos de mejor calidad, darme el tiempo para hacerlas bien, con calma. Esta vez había tanto por descubrir, tanto que aprender que mi atención estaba dispersa.


  Las cavernas tienen para enseñarnos cosas diferentes 
cada vez que las visitamos, 
de eso estoy segura.

Y me asaltaron las preguntas, por supuesto. Es que algo como esas cuevas lo dejan a una con un millón de incógnitas, como la evidencia de un sistema educativo que no valora la necesidad de que sus niños conozcan, a fondo, el país en que viven. ¡Qué fallo!, pensé.

Bueno y ¿por qué están ahí?, ¿cómo se formaron?



Las Cavernas de Venado son viejas, tienen entre 15 y 20 millones de años y se formaron durante el período Mioceno, que es la cuarta época geológica de la Era Cenozoica (una Era que comenzó hace 65 millones de años y que, por la cantidad de información que manejan los paleontólogos, han tenido que dividirla en épocas).   En esa época hubo mucha actividad geológica. Los continentes siguieron moviéndose hacia lo que hoy conocemos. La actividad orogénica (del griego oros=montaña y génesis = creación u origen) fue bastante activa formándose muchas de las cordilleras que hoy conocemos. 

También se empezaron a formar cavernas, como las de Venado. 
Es un proceso larguísimo que puede durar millones de años.

Foto: Agnes Asc


El proceso empieza con la disolución de la roca caliza por parte del agua ligeramente ácida
El agua filtrada por las fracturas está cargada de CO2 y el pH ácido que adquiere va disolviendo la roca lentamente.


Son cavidades naturales del terreno causadas por algún tipo de erosión de corrientes de agua, hielo o lava, o la combinación de algunos de estos factores. Las cuevas son formadas por procesos de espeleogénesis (a quienes estudian las cavernas se les conoce como espeleólogos), lo que involucra actividad, química, geológica, fuerzas tectónicas e influencias atmosférica. 






Me sorprendió saber que las Cavernas de Venado estuvieron sumergidas en el fondo del mar y pudimos ver los fósiles de conchas marinas en algunas de sus paredes










Así también se forman las estalactitas (las columnas que cuelgan del techo de la cueva) y las estalagmitas (salen del suelo hacia arriba). 
Ellas están íntimamente relacionadas porque al filtrarse por el techo una gota de agua cargada de un mineral blanco llamado calcita y evaporarse el agua, ese material se va acumulando y forma la estalactita, y al caer esta gota al suelo también se acumula el mineral y va creciendo hacia arriba formando la estalagmita.  







Este proceso es tan lento que estas formaciones pueden crecer unos 
0.5 cm. por siglo.






Llegar a las Cavernas de Venado es sencillo, están a tres kilómetros al Este del pueblo de Venado, como a unos 45 minutos de La Fortuna de San Carlos, provincia de Alajuela. Del punto de encuentro, hay que caminar unos 300 metros hasta encontrarnos con un pequeño riachuelo donde está la entrada principal. Una boca oscura y amplia.

Al fondo se ve la entrada a las cavernas
 




A partir de ese punto, la oscuridad es completa: como quien dice, antes de ahí, la luz; después, las tinieblas. Iniciamos el ingreso con nuestro guía, Henry, quien nos acompañó e instruyó todo el trayecto.











Hay muchas cosas que conocer y él nos permitió aprender muchas de ellas, como la extensa población de murciélagos que vive allí y una pequeña comunidad de vampiros, ranitas, sapos y arañas.









Foto: Agnes Asc





Conocimos un hoyo al que llaman “El parto” por el que teníamos que pasar acostados y de lado, que daba a una pequeña cámara cuya pared tuvimos que escalar para llegar a otra, más arriba y del mismo tamaño.







Llegamos al “Altar”, una formación  de roca caliza,  blanca, muy húmeda y con pequeñas cavidades llenas de agua que está a 45 metros bajo tierra. Parecía un templo de sal.  














La Papaya es icónica, y de aproximadamente 2 metros de altura. He encontrado notas que dicen que es una estalagmita y, otras, una columna de roca. No sé en realidad,  pero de ser una estalagmita: ¿cuánto habrá durado en formarse?



Siguiendo los oscuros pasadizos, nos encontramos, en aquellas profundidades, 
una cascada de agua fresquísima. Les juro que esto generó 
una emoción y una paz pocas veces vivida.


Foto: Agnes Asc


También pasamos por canales muy bajos y llenos, hasta la mitad de la cavidad, de agua corriente con un piso de lodo por los que debíamos gatear para avanzar hacia otra cámara mayor








Si es por contar, hay miles de cosas que describir. 
Solo puedo decir que la experiencia es inigualable. He estado en otras cavernas, como la de Olla Quemada en Piedras Blancas de Pérez Zeledón, y las de Barra Honda, cerca de Nicoya. Pero siendo sincera, mis preferidas, ahora, son las bellísimas Cavernas de Venado.






Si pueden, vayan; son las cosas que tiene nuestro país que todos debemos conocer y visitar aunque sea 
una vez en la vida.




Tengo muchísimas fotos más y me costó mucho decidir cuáles poner. Espero que las disfruten, como yo cada vez que las veo.









 Gracias por llegar hasta aquí acompañándome en mi relato. Hasta la próxima.



Ana Álvarez Rojas
Julio 2019 

miércoles, 15 de mayo de 2019

CURUBANDÉ Y SU CATARATA ESCONDIDA.



nombre musical, saltarín, precolombino,  nombre que me lanza a tiempos remotos, de selvas espesas, bosques primarios, culebras, venadospizotescabros de montesaínostepezcuintles, armadillos, mapachesperezosos de dos dedos, dantas, pumas, guatusas, jaguares, leones breñeros, monos colorados, aulladores, capuchinos y un volcán activo, el Rincón de la Vieja. Me lanza hacia los pueblos primeros de esa tierra blanca, allá por Liberia, en la vasta provincia de Guanacaste.

 Y es que en esta zona encontramos, en la actualidad, todos estos animales, y una gran cantidad de aves, no así los bosques primarios destruidos por nuestra propia ignorancia,  Dentro del área habitan al menos 300 especies, siendo las más comunes el pavón grande, la pava negra (endémica de Costa Rica), la paloma de montañael tucán pico irisel tucancillo verdela piapia, el jilguero, el pinchaflor plomizoel zacatero, colibríes, mirlos, tangares y el hermoso  pájaro bobo

En el Parque Nacional Rincón de la Vieja 
encontramos el hábitat de la perdiz violácea
especie que no se encuentra protegida en ninguna otra unidad de conservación.

Curubandé, ese nombre saltarín, es un pueblo pequeño a pocos kilómetros de Liberia, rodeado por una belleza sin límites y está muy cerca del Parque Nacional Rincón de la Vieja, por eso me interesó conocer un poco más de esta zona geográfica de nuestro país,  pues en el camino a la Catarata Escondida, mi nueva aventura del domingo,  me encontré con una geografía especialrocosa, con coladas de lava, piedras porosas, gigantescas, paredones de rocas en capas, áridos senderos y un río espectacular; 
el Río Blanco.







Caminamos varias horas 
por la margen del Río Blanco,
con pozas azules, transparentes, 
de aguas frías,
donde nos zambullimos 
para aliviar el calor.






Lo cruzamos varias veces hasta llegar la más increíble catarata que “jamás haya visto” (una más de esas que jamás había visto).  


 La llaman 
“La Escondida” 
porque se llega a ella nadando  a través de un canal rocoso, angosto, de paredes altísimas donde la corriente dificulta el ingreso a la cámara  donde está "la Bella"

protegida del mundo exterior 






Pero en realidad no es el nombre que desean para ella, quieren nombrarla con uno más cercano a sus orígenes, un nombre que los represente, que delate su historia y su belleza.






Quisiera ahora detenerme un momento en el volcán, porque todo esto está ahí por causa de él. El Rincón de la Vieja es un estratovolcán” que se caracteriza por poseer un perfil empinado y por producir explosiones volcánicas periódicas.  Se encuentra localizado en el noroeste del país, a 23 km de Liberia y tiene una altura de 1.895 msnm y alrededor de 9 cráteres.  

Fuente: internet
Su última erupción ocurrió el 17 de octubre de 2018.
(No hace tanto)

 El volcán Rincón de la Vieja forma parte del  Parque Nacional Rincón de la Vieja, de 14, 300 hectáreas y perteneciente al Área de Conservación Guanacaste (ACG), administrada por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica, y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.

En Costa Rica, la palabra rincón denota, además de escondrijo o sitio apartado de una casa, un lugar muy alejado, por lo que la gente se refería al "rincón de la vieja" en el sentido de lo inhóspito y lejano del lugar y además, como era de esperar, la gente proporcionó algunas  leyendas con relación a su nombre.
 Una de ellas habla de una princesa, la flor más bella que adornaba los bosques alrededor del volcán, hija del Cacique Curubandé”. 
 La princesa Curabanda, se enamoró de Mixcoac, jefe de una tribu enemiga vecina. Cuando el cacique Curubandé se enteró de la relación, capturó a Mixcoac y lo sacrificó lanzándolo dentro del cráter del volcán. Curabanda huyó enloquecida por lo sucedido y se fue a vivir al lado del volcán donde había muerto su amado Mixcoac. Allí dio a luz un hijo y para permitir que el hijo estuviera con su padre, lo lanzó dentro del cráter, y por el resto de su vida,  Curubanda vivió cerca de las cumbres del volcán, envejeció, aprendió a sanar con medicinas obtenidas del volcán y llegó a ser una poderosa curandera. 
La gente se refería a su casa como el “Rincón de la Vieja”. Desde entonces el volcán lleva ese nombre así como el espíritu de la princesa (la vieja curandera). 
Cuenta la leyenda que los chamanes (guardianes del conocimiento de la madre naturaleza y sus propiedades curativas) se reunían una vez al año en sus lugares sagrados, para realizar actos de purificación, meditar y tratar temas relacionados con el avance en la medicina natural. En estas reuniones muchas veces se hacía referencia a Curubanda como “la vieja del rincón” (aludiendo a lo remoto de su morada).
 Para este tiempo Curubanda era considerada una autoridad en el arte de usar los elementos de la “montaña” para curar (las plantas, las aguas termo-minerales, el lodo volcánico, los insectos, etc.).

No se sabe el sitio exacto donde se desarrolla la historia, aunque los viejos relatos aseguran que tuvo lugar en las faldas de “la montaña de las nueve chimeneas”, que en aquellos tiempos se mantenía muy activa.
 Existen otras leyendas pero esta es la más bonita.

En relación con nuestra bella catarata, cabe apuntar que en el macizo del volcán Rincón de la Vieja nacen 32 ríos, entre ellos, el Río Blanco, por donde nos adentramos para hallar a "La Escondida".







Curubandé es un distrito a unos 15 kilómetros de Liberia 
atravesado por el Río Blanco y el Río Colorado que en varios sectores forman cañones y paisajes llenos de belleza. 

Ambos ríos nacen en las faldas del Volcán Rincón de la Vieja.  


Posee una población cercana a los 2.600 habitantes. La mayoría de las familias tienen acceso a pequeñas extensiones de tierra (menores a 5 hectáreas), las cuales, son dedicadas a la agricultura de subsistencia. Actualmente, existe una escuela rural donde se imparten clases de primero a sexto grado. Cuentan con luz eléctrica, agua potable, servicio telefónico, servicio de salud y transporte público. Es gente amable, buena y cariñosa.

A mediados de los años 80 (concretamente 1985), la comunidad empieza a tener un contacto continuo con la actividad turística, a raíz de la implementación de algunos albergues en la zona.

Durante mi caminata, y viendo aquellas enormes rocas tuve la curiosidad por saber si nuestros antepasados habían dejado alguna señal en aquellas rocas inmensas y sí, en Curubandé se pueden encontrar petroglifos con figuras zoomorfas,

La piedra, con un grabado de un colibrí,
fue localizada en el complejo arqueológico
 El Blanco, dentro del proyecto geotérmico
Las Pailas II, en Curubandé de Liberia,
Guanacaste.
lo cual evidencia que el lugar fue bastante importante para los grupos indígenas que habitaron estas tierras, desde los años 300 a. C. hasta los 800 d. C. En los grabados se encuentran figuras asociadas a los aspectos espirituales y rituales chamánicos. El petroglifo más cercano a la comunidad de Curubandé tiene estas características, y se encuentra en el llamado Sitio Viscoyola, el cual, “es una pared en un área de 50 metros cuadrados y nos hace suponer que este grabado no pudo haber sido ejecutado por una sola persona, sino que por la complejidad que presenta se puede referir a un grupo de artesanos”. (Zeledón, 2010).

Curubandé es un pueblo activo con manifestaciones culturales características de la vida campesina, agrícola y ganadera, típica de la provincia Guanacasteca.

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Al final del día llegué agotada a mi casa. El calor, la sequedad, el polvo y el caminar sobre mantos de rocas y dentro de cauce del  río pasaron su factura, una que, si tuviera que pagarla de nuevo, lo haría sin pensarlo dos veces. Fue un largo día pero lleno de vida y de imágenes que se han grabado en mi cerebro y que podré traer a mi cada vez que lo necesite. 
Volveré, claro, a buscar los petroglifos, debe ser una experiencia inolvidable.
Gracias por haber llegado hasta aquí y nos vemos en el próximo sendero.

Ana Álvarez R.
Mayo, 2019

Fotos: Ana Álvarez