SOLENTINAME
“Nombre hermoso”
Cuando se empieza a viajar,
dentro o fuera de Costa
Rica,
lo más difícil es detenerse.
Los pies te
hormiguean, la mente vuela
y un cúmulo de animalillos internos, que vibran
haciéndote sentir extraña, te avisan que ya han pasado
algunas semanas sin salir de caminata.
algunas semanas sin salir de caminata.
Esta vez nos enrumbamos hacia la frontera norte, tomando la ruta
San Ramón-Los Chiles, cantón número 14 de la provincia de Alajuela. Después de pasar el puesto fronterizo "Las Tablillas", ahí mismo, en Los Chiles (que por cierto, fue inaugurado hace poco, en mayo de 2015) nos embarcamos para surcar las tranquilas aguas del Río San Juan. Nuestra primera escala sería en
"El Castillo", un municipio del departamento de Río San Juan, en la República de Nicaragua.
El Río San Juan es
verdaderamente
impresionante.
En otras ocasiones lo había surcado
y siempre me sorprende.
y siempre me sorprende.
Vista Del Río San Juan desde "El Castillo de la Inmaculada Concepción" |
Tomamos rumbo al este,
hacia este
pequeño pueblo con una gran historia.
En algún momento, allá por el siglo XVII, fue el punto específico
desde donde se resguardaba la Ciudad de Granada del ataque
de los corsarios y piratas,
principalmente ingleses, que deseaban atacar la ciudad
y hacerse de las
riquezas que en ella se almacenaban.
El pueblo se encuentra a orillas del Río San Juan,
a la
altura de los “Rápidos del Diablo”. Estos rápidos se forman por la gran
cantidad de rocas que se encuentran en su cauce, siendo de difícil tránsito
para las embarcaciones.
El Raudal del Diablo a la isquierda |
Resulta que, por la gran amenaza que estos bandidos náuticos representaban, la corona
española, allá por el año de 1675, construyó una fortaleza para evitar que
pudieran atacar la ciudad de Granada. Ingresaban subiendo desde Océano Atlántico
por el Río San Juan, atravesando luego
el Lago Cocibolca o Gran Lago de Nicaragua y accediendo a la ciudad, la cual,
por aquellos años, era el lugar donde se llegaban los cargamentos de materiales, preciosos para la época, y muy apetecidos por estos delincuentes marinos.
"Castillo de la Inmaculada Concepción" |
este pequeño poblado fue
sitiado por los ingleses, y gracias a la
valentía de la hija
del comandante del fuerte
que los enfrentó, es que
la fortaleza se salvó del ataque.
Rafaela de Herrera y Torreynosa, de escasos 20 años,
una criolla española y
considerada como Heroína Nacional de Nicaragua,
hija de don
Pedro Herrera,
comandante del fuerte, fue criada, desde
muy niña, en el cuartel
o “Castillo de la Inmaculada Concepción”,
y para evitar que la niña se aburriera en tan curioso lugar,
la entrenó en las artes bélicas,
enseñándole todo lo que debería saber
sobre el uso del armamento militar que tenían en la fortaleza.
Es por esto, y no por casualidad, que esta joven
tuvo el coraje para hacerle
tuvo el coraje para hacerle
frente a los muy sofisticados navíos ingleses,
ganándoles la batalla.
Cuenta la leyenda que, en un arranque de valentía,
ganándoles la batalla.
Cuenta la leyenda que, en un arranque de valentía,
la muchacha llamó a los
soldados y les dijo con voz
fuerte y decidida:
“- Los cobardes que se
“- Los cobardes que se
vayan, los valientes se quedan conmigo
hasta la muerte.”
(O algo por el estilo)
(O algo por el estilo)
El pueblo en sí es pequeño, bonito, con casitas
chiquitas a orillas del río y con una vista eterna de las aguas pacíficas del San
Juan. A excepción, por supuesto, del “Raudal del Diablo”, ahí la furia de sus
aguas es constante.
Su gente es amable y trabajadora y la comida
deliciosa.
deliciosa.
Al día siguiente,
devolviéndonos sobre la estela que dejamos el día anterior,
subimos hacia el
noroeste, rumbo a
San Carlos de Nicaragua.
La ciudad está ubicada a unos 290 kilómetros
y comienza el río San Juan.
El
municipio de San Carlos, se
podría decir,
es donde el Río San Juan nace.
Fue descubierto en 1529 a raíz de la búsqueda, por parte de los conquistadores españoles, de una ruta que conectara los dos océanos.
varias décadas y vuelta a fundar, ya como San Carlos,
Es un pueblo golpeado por la pobreza, que
desea, fervientemente,
salir adelante con la ayuda de sus pobladores
y de los
turistas que llegan a comprar sus productos.
La colaboración del gobierno es
poca, pero ellos no se echan para atrás y están haciendo lo posible por cambiar
esta situación.
Los últimos acontecimientos de protestas en nuestro vecino del
norte les trajo muchos inconvenientes, pero ahora la situación está cambiando,
hay paz y ganas de salir avante.
El final ( ¿o inicio? ) del San Juan, al frente el gran Lago de Nicaragua |
Aquí nos quedamos lo suficiente para almorzar,
conocer los alrededores, hablar con algunos cuantos pueblerinos
y tomar de
nuevo la embarcación que
nos llevaría a nuestro destino final:
“EL ARCHIPIÉLAGO DE
SOLENTINAME”.
(Qué bonito nombre, ¡verdad!)
Una gran cantidad de islas se ven en el camino |
Solentiname es un
nombre de origen náhuatl, “Celentinametl “, y
significa “lugar de
muchos huéspedes”
o “lugar de hospedaje”.
Este archipiélago es un conjunto de
36 islas
e islotes ubicado en el extremo sureste del
Lago Cocibolca
o Gran Lago de Nicaragua,
a unos 20 Km al oeste de la ciudad de San Carlos
y
con un área de 40.2 Km cuadrados.
¿Ustedes
conocían que el Lago de Nicaragua
se llamaba “Cocibolca”?.
la belleza de estos nombres
ancestrales tan musicales y llenos de color.
Cocibolca,
voz náhuatl que
Cocibolca,
voz náhuatl que
quiere decir varias cosas,
según la recopilación
que hizo el científico nicaragüense Jaime Incer Barquero.
Cocibolca como
“lugar donde se destruyen los camaroncitos” o
“Lugar de la Gran Serpiente” y también
“Lugar de los árboles de zapote”
según la recopilación
que hizo el científico nicaragüense Jaime Incer Barquero.
Cocibolca como
“lugar donde se destruyen los camaroncitos” o
“Lugar de la Gran Serpiente” y también
“Lugar de los árboles de zapote”
y por último
“Lugar donde está el más grande de los (lagos) gemelos.
“Lugar donde está el más grande de los (lagos) gemelos.
Los españoles lo llamaron «Mar Dulce» y fue descubierto por el
conquistador español Gil González Dávila. A este señor, el lago le
pareció no tener fin y cuando vio a su caballo beber su agua, comprendió que ésta no era salada.
Es el más
grande en América Central, el noveno más grande
Contiene más de cuatrocientas isletas y 8.200 Km2.
Pero, volvamos a
Solentiname.
Por mi parte, nunca había oído hablar de estas islas.
"El archipiélago
de Solentiname"
¿Qué era eso?
¿Qué era eso?
El nombre me
impresionó hermoso, musical,
pegajoso y
como lleno de una frescura o dulzura
que no sabía cómo asimilar.
Fue declarada área
protegida,
bajo la categoría de Monumento Nacional
bajo el Decreto No. 527 y
por resolución No. 6699 del MARENA
(Ministerio del Ambiente y Recursos
Naturales) por ser valorado con alta
riqueza natural, cultural e
histórica.
Además, este archipiélago es un gran
humedal donde se encuentran grandes poblaciones de aves,
reptiles como el
lagarto y el cuajipal, iguanas y tortugas,
mamíferos, como el cusuco, venados
cola blanca
y una pequeña colonia de monos —peces, insectos,
así como numerosas
especies de plantas.
Los atardeceres aquí son de una belleza paralizante. |
En sus aguas se encuentran
tiburones de agua dulce
y durante mucho tiempo
se pensó que esta especie era
endémica del lago,
sin embargo, se han
encontrado en el Río San juan y otros
lugares.
También habitan el lago
el pez sierra y sábalo real.
el pez sierra y sábalo real.
"...El archipiélago Solentiname fue el solar de
una cultura precolombina
de la que aún pueden observarse
una gran cantidad de petroglifos, con
figuras de pájaros,
monos o personas.
Fue un sitio sagrado dedicado al
culto del agua, del fuego y a
los difuntos.
Se cree que los pobladores de
Solentiname eran aborígenes de
Nicaragua
que migraron hacia regiones
centrales y orientales del país
cuando
éste fue colonizado por pueblos
procedentes del norte (chorotegas primeros y
nicaraos después).
Estos pobladores poseían una gran tradición artesanal,
en
sus tumbas se encontraron vasijas de barro decorado
y los metates de piedra con
figuras de animales."
En la Actualidad, los
pobladores de las pocas
islas habitadas
se dedican, principalmente, a la agricultura, a la pesca artesanal,
se dedican, principalmente, a la agricultura, a la pesca artesanal,
a la pintura primitivista y a la artesanía de madera de balsa
pues
este árbol crece en todos los rincones de las islas y es muy común en las
orillas del San Juan.
Su madera es suave y tan maleable y liviana
que fue la
materia prima de las hermosas figuras de animales,
intensamente coloreadas
que
han caracterizado a sus habitantes.
En
este viaje visitamos dos grandes islas.
La Isla de
San Fernando, donde pernoctamos
y desde donde pudimos
contemplar,
en los
días claros,
cinco volcanes de Costa Rica:
Arenal, Tenorio, Miravalles, Rincón
de la Vieja
y Orosí.
Ahí se ven el Volcán Miravalles y el Rincón de la Vieja |
Mancarrón es la más grande y poblada de las 36 islas de
Solentiname.
En ambas existen grupos organizados
de
artesanos que venden su trabajo para sobrevivir.
Precisamente, fue el sacerdote y poeta, Ernesto Cardenal,
el que descubrió la pintura primitivista que hacían los campesinos de las islas y alentó la creación artística en los pobladores.
el que descubrió la pintura primitivista que hacían los campesinos de las islas y alentó la creación artística en los pobladores.
La cruz fue un diseño del propio Cardenal |
En 1965 él compró Mancarrón a Julio Centeno y para los lugareños fue de gran alegría saber que un sacerdote se iba a ir a vivir a la isla, donde un cura quizás llegaba una o dos veces al año. A partir del arribo del poeta, poco a poco, los "solentinameños" se convirtieron en una comunidad contemplativa donde se leía poesía, se comentaban los evangelios y se aclaraban otros temas que nunca antes habían tenido la oportunidad de conocer y compartir.
La iglesia de Mancarrón |
Había mucho
analfabetismo y los niños nunca terminaban el año escolar. La presencia del
sacerdote fue un gran estímulo para estos lugareños.
Así fue cómo se produjo una revolución
cultural en el olvidado
archipiélago de Solentiname.
A la isla llegaron muchas personalidades para conocer
esta particular comunidad.
esta particular comunidad.
Intelectuales del momento e incluso el
escritor argentino, Julio Cortázar, en una visita a Costa Rica invitado por el
Colegio de Costa Rica en 1976 para dictar unas conferencias, se trasladó a
Mancarrón, clandestinamente, invitado por Sergio Ramírez Mercado y Ernesto
Cardenal, con el propósito de que
pusiera su nombre, prestigio y solidaridad al servicio de
la lucha contra Somoza.
la lucha contra Somoza.
La pequeña escuela de San Fernando |
La unión que se gestó
en los habitantes de las islas
alrededor de la figura del
poeta- sacerdote
fue
con la esperanza de un mundo mejor.
En la actualidad, ya Ernesto
Cardenal no vive en la isla y los sueños volaron, quedando la simiente de un
pueblo lleno de arte que vende su trabajo a nivel nacional como internacional y
que vive con grandes dificultades. El apoyo del gobierno es mínimo y su lucha
es diaria por salir adelante.
Antes y también ahora, la
vida ha sido dura en las islas.
Hace unos años el gobierno les ayudó a crear la
infraestructura para atender al turismo local e internacional. Se dotó de
energía solar, 60% financiada por el gobierno, se hicieron muelles, se capacitó
a su gente para iniciar un desarrollo turístico, pero, como mucho de lo que
sucede en nuestra América Latina, no se les dio seguimiento y sabemos que lo
que se deja a la deriva, cae en decadencia.
En estos momentos, la población está haciendo un gran esfuerzo para salir adelante ofreciendo viajes turísticos a las islas y rescatando la infraestructura construida.
En estos momentos, la población está haciendo un gran esfuerzo para salir adelante ofreciendo viajes turísticos a las islas y rescatando la infraestructura construida.
Solentiname es hermoso, lleno de naturaleza,
paisajes impresionantes, la gente es amable y los pequeños albergues ofrecen las comodidades básicas para pasar
una hermosa y tranquila temporada.
Es un lugar de contemplación.
La bulla de otros lugares no los ha tocado todavía.
paisajes impresionantes, la gente es amable y los pequeños albergues ofrecen las comodidades básicas para pasar
una hermosa y tranquila temporada.
Es un lugar de contemplación.
La bulla de otros lugares no los ha tocado todavía.
Es el lugar idóneo para descansar, escribir
y llenarse la mente y el alma de imágenes inigualables.
y llenarse la mente y el alma de imágenes inigualables.
Fui y todavía las fotografías que
captó mi cerebro siguen incorruptibles.
Las que hice con mi cámara ahora son de
ustedes.
Ojalá puedan, como yo, visitar este paraíso
en el hermoso Lago
Cocibolca.
Hasta mi próximo andar.
Ana Álvarez Rojas
Septiembre, 2019
Lindo estilo narrativo Ana, me fui de paseo a través de tus palabras, ahora tocará hacerlo realidad. Saludos.
ResponderEliminarMirta.
Mirta gracias por tus palabras. Ojalá podás ir. Un abrazo
EliminarAna como siempre bellísima y realísima la descripción de todo el viaje y como siempre lo disfruté muchísimo, mil gracias por compartir sus experiencias tan emocionantes, es que me transportan a otro mundo con mucha magia. Te felicito y gracias.
ResponderEliminarPrecioso el reportaje, deseara que pocas y responsables personas vayan a conocer tan bellos lugares, xq de lo contrario, empezaremos a dañarlo, contaminando el ambiente.
ResponderEliminarPor favor sigue descubriendo tan bellos lugares para que nosotros tengamos la bendición de poder conocer con sus bellos reportajes.
Miles de bendiciones para usted.
Hermoso!!!!
ResponderEliminarHermoso relato!!...Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarAna, lo leí con cuidado y con la nostalgia que el texto despierta. ¿Cuántos días le duró ese viaje? Siempre le he hablado de que usted debe juntar sus textos, con unión temática, en libros. Ojalá lo haga algún día.
ResponderEliminarGracias Ana por tu aporte valioso e interesante.
ResponderEliminarLinda narrativa del lugar y como bien dices se vive la tranquilidad y pasividad de la zona que no ha sido invadida por el mercantilismo, lo que la hace más atractiva para limpiar la mente y el espíritu, gracias por compartir
ResponderEliminarMe encanta tu manera de exponernos y llevarnos imaginariamente a estos lugares tan bellos por su gente, su naturaleza y por sus costumbres.
ResponderEliminarNarras bonito esta vivencia y claro que invita a ir a conocer esas zonas de nuestra Centroamérica, en este caso, de Nicaragua, monstruo potencial del turismo, que cuando despierte y sus gobernantes le permitan desarrollarse, será ese destino hermoso que casi nadie disfruta y conocemos.
De nuevo Ana, mil gracias por compartir y permíteme (al menos a mi) hacer en cuestión de minutos) ese viaje mental, del lugar donde estuviste y disfrutaste, gracias.
La felicito, Ana. Realmente disfruté la lectura de este impresionante viaje al norte.
ResponderEliminarUna crónica de viaje que muestra también un trabajo de investigación histórica. Muy bueno Ana. Hará creo más de diez años me fui por Los Chiles a San Carlos de Nicaragua, de ahí en lancha a las islas de Solentiname. Y regresé "mojada" a Costa Rica por Papaturro, un tesoro natural fronterizo. Entré por Barrio México de Upala. Solentiname es como para quedarse un mes, lejos del ruido de la ciudad.
ResponderEliminarUn relato muy agradable de leer y que convida a seguir tus pasos por esas rutas tan cercanas y tan poco conocidas. La belleza natural combinada con la riqueza cultural de sus pobladores debería permitir una mayor calidad de vida que la qué hay, qué daño tan grande hacen las guerras y las dictaduras!!!! Disfruté la lectura y la reflexión que de tus palabras se deriva.
ResponderEliminarAna, leí en voz alta para Hernán y para mi, lo disfrutamos, me encantó. Me prometí ir a conocer Solentiname. Gracias por compartir escritos tan bellos.
ResponderEliminarMuy hermoso el escrito. La descripción. El estilo. Una invitación para ir . Muchas gracias
ResponderEliminarExcelente Ana, muchas gracias por compartirlo, un abrazo.
ResponderEliminarBuenísimo Solentiname!
ResponderEliminarAna: hermosísimo relato, por la forma, por las referencias históricas y la recuperación del papel de la mujer. Muchas gracias por escribirlo y compartirlo.
ResponderEliminarFelicitaciones Ana, excelente manera de trasladarnos y sumergirnos en tus andares. Muy buena narrativa,explícita y hermosa.
ResponderEliminarMuy lindo prima!!
ResponderEliminarExcelente Ana. La historia y el maravilloso viaje.
ResponderEliminarMuy interesante, y exquisitamente elaborada, tu crónica sobre Solentiname. La he leído y releído. No había leído alguna aproximación a ese lugar, tan cercana como la que nos ofrecés. Buen trabajo. Excelente hilación del viaje, y muy absorbente en el manejo de los hechos. En otras palabras: Entre los demasiados encantos que tenés, esta tu " cautivadora" forma literaria de colocar los hechos. Excelente.
ResponderEliminarMuy interesante. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarQue lindo Relato como Recuerdos de un viaje esperado... aprendí muchas cosas sobre esa parte de Nicaragua, como sobre ese maravilloso archipiélago donde se encuentra Solentiname! Y que belleza saber de la lucha de la gente para salvar su historia y su cultura! Me dio deseos de hacer este camino... había leído algunas poesías de Cardenal, pero este relato anunciado por Ana Alvarez es de una gran riqueza literaria’!
ResponderEliminarGracias ANA! Por la riqueza de información y por el viaje permitido a mi imaginación! Fue espectacular para mi! Adoré saber de esa historia! Un abrazo!
Muchas gracias Anita, me gusto mucho
ResponderEliminarQue belleza
ResponderEliminarLindo relato Anita saludos bendiciones
ResponderEliminarAnita hasta hoy lo pude leer. Está excelente, corto y sustancioso, pero lleno de detalles (históricos, culturales, socioeconómicos y sensoriales) que encantan a cualquier lector. Te felicito!
ResponderEliminarLinda descripción de ese viaje a Solentiname, gracias por refrescar en mi memoria tan agradable tour. Fue un placer haber compartido con usted y el resto del grupo ese recorrido. Muchas gracias Ana y gracias también a Cambronero Tour, por la logística y facilidades para que ese viaje fuera memorable.
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